jueves, 29 de noviembre de 2012

Una tragicomedia

Una gran empresa (pongamos por ejemplo una caja de ahorros), unos jefazos, unos clientes y unos empleados. Los jefazos (que están ahí no por sus méritos, sino por su sumisión a otros) hacen unas tramalandangas que llevan a la empresa al cierre. A cambio de ello, reciben millones de euros. Los clientes sufren esas tramalandangas (pongamos por ejemplo las preferentes). Por ello, pierden casi todos sus ahorros (y lo que les queda son acciones de esa empresa en vías de extinción). Los empleados hacen lo que sus jefes les ordenaron (pongamos que vender las preferentes a clientes con buenas y engañosas palabras). Reciben a cambio el despido.
No es una obra de Darío Fo; es lo que ha establecido la UE para las cajas de ahorro y para las preferentes.
La realidad supera la ficción.

¿Hacia la tormenta perfecta?

Puede establecerse un paralelismo entre la burbuja financiera y del ladrillo y la economía global. Si en aquella se construía y negociaba pensando en un aumento del beneficio indefinido, en esta nos encontramos inmersos en el sueño de un crecimiento ilimitado. Pensábamos hace nada que podíamos prestar y recibir dinero sin medida, con la ilusión de que lo haríamos multiplicarse en poco tiempo, lo que nos permitiría devolverlo y, al mismo tiempo, ganar más. Y pensamos ahora que podemos seguir aumentando la producción de bienes sin límite, inmersos en la inopia de que también lo que usamos en esa producción no tiene límites. Si la crisis económica viene del sueño tonto de las finanzas, la crisis ecológica (y económica) procede de la vana ilusión de que el planeta nos dará todo lo que queramos.
   El parecido no acaba aquí: también los finales de ambos sueños son comparables. No podíamos construir indefinidamente; no podía crecer el precio de la vivienda para siempre; no podían los banqueros incrementar sus beneficios a costa de su ingeniería financiera permanentemente. Y no podremos producir y consumir ilimitadamente, porque casi todo lo que usamos se agotará o está ya a punto de hacerlo.
   Parece que nos aproximamos a una combinación de situaciones que, por sinergia, se agravarán mutuamente: el fin de la energía fósil (ya a la vuelta de la esquina, y cuyas fuentes no estamos sustituyendo a suficiente velocidad), el cambio climático con sus consecuencias ya presentes, el constante deterioro de las condiciones de trabajo (no solo en el Sur, sino también en los países ricos), esta misma crisis económica de la que no vemos salida, etc. Todo parece confluir hacia un futuro próximo, tal vez tres o cuatro décadas. Tal vez tengamos entonces la "tormenta perfecta" que alumbrará un mundo nuevo. Y, como en todos los partos, habrá mucho dolor, con un resultado incierto.

jueves, 15 de noviembre de 2012

A ti te perdono y a ti no

Deberíamos tener presente, en estos días tristes, algo que ya es dominio público, pero que guardamos en la parte inútil de la memoria: que los bancos han perdonado decenas de millones de € a los partidos políticos, pero que no perdonan nada a los que desahucian.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Papelillos

Congreso y Senado gastarán este año más de 30 millones de euros en "material de oficina". Será porque tiran mucho a la papelera.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Unos se tiran, otros no

En EEUU tratan de evitar lo que llaman "el precipicio fiscal" (aumento de impuestos y recorte del gasto), porque llevaría al país a la recesión. Nosotros nos hemos arrojado solitos a ese precipicio.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Ahora sí

Gobierno del PP y el PSOE estudian cómo acabar con los desahucios. Palabras de comprensión con las víctimas, y críticas a la injusticia del sistema. Lo hacen tras los últimos suicidios, las declaraciones de jueces, Iglesia...
Conclusión: a PP y PSOE les mueve ahora la movilización e indignación social, PERO NO SUS CONCIENCIAS, porque bien podrían haberlo hecho antes. Es más, en numerosas ocasiones lo impidieron ( http://politica.elpais.com/politica/2012/11/15/actualidad/1352976937_919384.html ).

Que no se olvide.

martes, 6 de noviembre de 2012

Recortes virtuales

El Senado ha renovado su página web. La inversión ha sido de 448.819 €. A eso se le llama recortes virtuales.