Pues eso, al del Santander hay que librarlo por cojones. El anterior gobierno lo indultó permitiendo que volviera a su bien remunerado cargo en el banco. El Tribunal Supremo anula esa parte del indulto, porque la ley dice que no pueden ejercer el oficio bancario quienes
tengan antecedentes penales al considerar que carecen
de la honorabilidad exigible. Pues se cambia la ley, que es lo que ha hecho el gobierno del partido contrario y ¡ala, ya es honorable para volver a su altísimo puesto!
¿Qué tendrá el Santander con uno y otro partido?
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