Un estudio dirigido por el catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Alicante, Antonio Doval, concluye que los delitos contra la Administración pública son los que más se indultan proporcionalmente. En otras palabras, son los políticos condenados por "prevaricación, malversación de caudales públicos y cohecho" los que más indultos reciben. Podría decirse así: "Me perdono a mí mismo".
En muchos casos, no solo se perdona el ingreso en prisión, sino también la inhabilitación para cargo público, de forma que el político condenado puede volver a su puesto como si nada hubiera sucedido.
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